Yerma estoy
después de haber parido
la ilusión de un espejismo.
Enfrenté innerme
el embate de sus hordas,
que diezmaron la ambrosía de mis sueños,
llevándose en su boca
el regusto placer de pírrica quimera
y poblaron con sus sombras el Tártaro
de apocalípticos recuerdos.
Yerma estoy...
Yerma he dormido...
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