esa muñequita linda
que arrullaba en mis brazos
hoy maquilla en mi sonrisa
una nueva juventud
que borran las huellas que el tiempo ha cavado
esa mujercita nueva
que arrullo en mis brazos
hoy llena sus ojos
con la amargura del desengaño
ocultando su inocencia tras un muro de llanto
que sus penas han alzado
cómo quisiera alcanzar de nuevo su sonrisa
y regalarle la experiencia que me dió el pasado
y decirle -no mi niña
no vale la pena
amores van
amores vienen
sólo espera
que lo amargo
no es tan amargo
y pronto llegará el indicado
y aunque cambiaría mi vida por evitar sus lágrimas
y tragaría fuego por borrar sus penas
no puedo más que decirle -es tu vida
y tienes que vivirla
y llorar a solas
y reir a mares
y olvidar un día
y amar al otro
y escuchar (si quieres)
el consejo que te dá tu madre