Desde el pasado visita un ngel el mismo lugar, la misma calle, la misma casa, ve si el rostro de la nia aun puede sonrer, pues la sonrisa se le congelo un da de lluvia hace ya dos aos, cuando una fuerte lluvia trajo consigo el secreto de la vida, el enigma de una ilusin trasformada en brillantes luces que la dejaron ciega, el ngel se propuso buscar da a da la cura para aquella nia, mas la esperanza y la fe le fueron abandonando como las lapidarias respuestas que encontr en su recorrido diario en busca de esa ilusin, de repente un da impensado cambio de universo y llego a un poblado deprimido por la agona de saber que existir no era para todos, el ngel pregunto por all la cura de aprender a vivir, y consigui las respuestas de seres que haban vivido mas de mil aos, ellos le contaron que no saban esa respuesta por que aun esperaban que esa palabra tenga su significado y se pueda hacer realidad en sus memorias y en sus cuerpos cansados por el trajn del tiempo, el anciano mas sabio del pueblo le cont que una vez vio pasar una luz con rostros de gente que gritaba en silencio sus secretos, las esencias de sus vidas, le pregunto entonces conoces la vida? el anciano sabiamente respondi, conocer la vida el da que pueda ver en un reflejo mi alma, el ngel no entendi ese mensaje y sigui su camino de vuelta al mismo lugar donde diariamente dejaba caer una lagrima, en ese vidrio que lo separaba de la nia, ella poda sentirlo, ms su corazn dejo de latir hace mucho, no hablaba, no vea solo respiraba por si acaso un da viniera la esencia a llevarla, cumpli con un malfico de humanidad, el existir marginada ante la mirada atnita de personas que asombradas miraban como era posible el resistir tanto tiempo cual cadver, un hombre menciono un da que ella era la nia de cristal, que perdi su alma y que deseaba una puerta al acertijo de la existencia, la impotencia del ngel se hizo inmensa y de un fuerte grito dejo escapar fuego de sus alas, haciendo una lluvia de chispas que se reflejaban en los ojos de la ciega, pareca un da de independencia, el ngel cayo rendido a la tierra cual humano, y entendi que la nica forma de existir era con ella, vio sus manos y su rostro descubri que haban pasado ya diez aos de su labor, corri a la casa donde estaba la nia y la vio con los ojos de un ser mortal y entendi que la solucin era todo lo que rememoraba ese instante, sin pensarlo dos veces llego al ultimo piso de la casa con la nia ya echa mujer en brazos cruzo la lnea que divida su universo fueron cayendo en silencio cuando de repente ella despert mirndolo a los ojos y le cont el secreto de la vida, el sendero a casa, l lloro de la emocin y cogido de su mano alcanzo el otro mundo, aqul al que llaman el lugar de los muertos, ah se quedaron juntos despus de haber entendido que para empezar a vivir haba que morir, que para morir era necesario sentir con esperanza la realidad y ser cada da mas humano, juntos sembraron un rbol para ese pueblo donde una vez la gente peda un respuesta, les dieron por primera vez una respuesta una luz con la que al fin llegaron a entender el concepto de la esencia, de la vida misma, empez a llover y en un charco de agua gris el anciano sabio miro por primera vez la imagen de su alma, y al poder verla empez a vivir, cayo tieso ante el chaco y se encontr al otro lado con la nia y el ngel todos alcanzaron la vida y pretendan ensear a mas gente a morir para poder empezar a vivir.
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