En algún lugar escribí:
“En una enunciación estéticamente bella y válida, siempre se oculta una reflexión profunda o un artificio cuidadosamente preparado para el goce del lector. Si ninguna de estas dos posibilidades se presenta, estamos frente a un mensaje que cualquiera puede dar”. (*)
Espero que mis escritos estén a la altura de las expectativas de los lectores.
Gracias a POESIA VIRTUAL puedo acercar hacia Ustedes algunos de mis poemas y cuentos.
La escritura es algo que me acompaña desde la niñez. En ella encontré siempre el espacio necesario y suficiente para expresarme.
Le agradezco a DIOS que hasta hoy me permite seguir escribiendo y, ahora, trascender un poco el anonimato.
Aquellos que no tenemos medios materiales para poder publicar un libro, viviríamos sin ser conocidos si no fuera por la tecnología de Internet y los aportes generosos de portales como POESIA VIRTUAL.
Así que, todo contribuye para que todos juntos trabajemos en esto de llevar los mensajes de nuestra alma de un lugar a otro.
No puedo dejar de agradecer a mi DIOS, el principal motor sin el cual yo no podría hacer nada, y a mi esposa y mis tres hijos, que me alientan y me soportan. También a mis padres que me dieron la vida y me educaron lo mejor que pudieron.
Espero que les guste lo que escribo y me lo hagan saber.
Quiero despedirme con una reflexión escrita en el mismo lugar de la cita anterior y que espero pueda serles útil.
Gracias por su precioso tiempo.
“¿Te criaste en el seno de una familia económicamente humilde o acomodada?; ¿Tuviste o no educación escolar?; ¿Te desarrollaste en el campo o en la ciudad?; ¿Fuiste bien alimentado y cuidado en tu salud durante la infancia o padeciste necesidades?; Tus padres ¿tenían suficiente instrucción o sentido común para guiarte adecuadamente?; ¿Tu entorno fue agresivo o cálido?; ¿Pudiste elegir tus amigos o relaciones, o surgieron de lo que había en un medio marginal y aislado?; ¿Tu capacidad e inteligencia se pudo desarrollar libremente o no?. Hay muchas otras preguntas similares a estas. Quien sin una pizca de vanidad pueda contestarlas con la verdad y analizar su situación frente a la vida en relación a alguna otra opuesta a la suya, comprenderá que el destino de muchas personas está altamente condicionado por las circunstancias (los que hayan perdido alguna capacidad motora en su cuerpo entienden de que hablo). No es lo mismo dos piernas que una, buena vista o ceguera. Esto nos resulta muy claro. Menos obvio nos parece la forma de vida, el comportamiento, la inteligencia y la voluntad de aquellos que no alcanzaron un estándar de vida mínimo necesario, y como tales viven en la pobreza, la marginalidad, el alcoholismo, etc.. Estoy convencido que nada justifica la actividad delictiva de algunas personas; cada uno debe ser responsable de sus propios actos. También estoy convencido que mucho de lo que somos es el fruto de la suerte de “en que casa y en que pueblo nos tocó nacer”. A través de esfuerzo podemos alcanzar las metas más altas; más allá del mérito propio que esto implica, no debemos olvidarnos que: hasta el hombre que escribe esta reflexión puede hacerlo porque nació en una buena familia, recibió educación, conoció a buenas personas, leyó buenos libros y naturalmente su corazón se inclinó a esas cosas y a la observación. Hay algo de mérito en uno, pero no demasiado. Acaso ¿estaría escribiendo esto si hubiera nacido en una familia pobre en el Zaire?”. (*)
(*) Fragmento de una serie de reflexiones escritas para mi esposa e hijos.
Les envío un sincero y cálido saludo.
Daniel Adrián Madeiro
Valentín Alsina - Pdo. de Lanús
Provincia de Buenos Aires
República Argentina
NOTA: AUTORIZO A QUIENES LO DESEEN A: PUBLICAR, TRADUCIR O COPIAR CUALQUIER POEMA DE MI AUTORÌA INCLUIDO EN ESTE PORTAL, EXCEPTO CUANDO SE INDIQUE LO CONTRARIO, SIEMPRE QUE RESPETEN EL TEXTO ORIGINAL, SE INCLUYA MI NOMBRE DE AUTOR Y SE HAGA SIN FINES DE LUCRO, PREFERENTEMENTE CON FINES SOLIDARIOS.
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