Algodonado paisaje
realzan mis sentidos.
A lo lejos de mi vista
majestuosas monta�as
levitan entre las sombras,
sin pies ni manos
suben hasta el cielo, flotan,
la blanqueza de sus cumbres
se reflejan en el lago,
y me percato,
veo m�s all�
de donde se pierde la dura roca,
bajo laminas de piedra
que se han fosilizado,
rugen sus cavidades
con un grito de silencio.
Me refugio,
cobijando el mullido quebranto,
me distraigo,
por la m�sica que se dispersa,
alzan las aves el vuelo
bailando al son del agua,
se regocijan mis anhelos.
Todo,
a mi alrededor,
emana salud y pureza,
ahora caigo en la cuenta
que no somos tan diferentes
de la madre naturaleza.
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