Fue un brindis de copas estrelladas.
De cristales quebrados, lacerantes.
Cuasi bello cometa desmembrado.
Macabro retorno de los cielos.
Espasm�dicos destellos siderales.
Regreso hacia la nada.
Aplausos congelados.
Gargantas que no entienden
que no saben que notas olvidaron.
Silencio de pupilas empa�adas.
Manos que cambian saludos por un rezo.
Rodillas que se anudan suplicantes.
Una lluvia de l�grimas met�licas
se incrusta en los campos.
Son l�pidas celestes.
Son abrazos postergados.
Son los siete jinetes espaciales
regresando de sus m�ximas alturas
como h�roes y m�rtires al llano.
Por ellos mi bandera de sue�os enlutada,
en la noche profunda de su vuelo.
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