Débil bruma que a mi pecho fustigas
detente en el lecho de mi muerte
deja fluir sangre, tu me castigas
torturando a mi ser paciente.
Mis dedos serán tornillos
que en pensamientos de aquellas
enroscarán mis chillidos
Oh mares de soles amarillos
de peces de colores, estrellas
y de arena castillos
Hundidme en vos como pesado es
algo denso y bruto en su agua
como navío viejo y anclado
dentro de tus profundidades
Buzo de agua salada pues
tu eres quien me hace la gua
entre el sentido y lo quemado
salvándome de calamares.
Poseidón dueño de males
Inca tu tridente en mi
y se de este algo
su maltito alguacil.
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