Lo cierto es… que se ha ido
Se marcho una mañana cualquiera
En pos de sus viejas quimeras… supongo
Desnudo me dejo ante tus ojos
Y… después de ser amado
Me convertí en todo flaquezas
Donde aquel plumaje dorado
Que habías crecido tanto de talla… no quedaba
A veces somos de carne y hueso
Esclavos de la verdad… cruda compañera
Y ya no encaja redundar… ni hacer apelaciones
El amor… a veces se nos escapa
Llevando consigo las buenas intenciones
y… entonces cuando solo queda la pasta original
Tenemos que hurgar en el corazón
Para ver si se le olvido… tan siquiera un poco
Después de gastar todas las palabras
Solo nos queda un gesto… una mueca
Es cuando hay que preguntarle al viento
¿Cómo se llamara cuando vuelva?
O… ¿ya no tendrá nombre propio?
Lo único que lamento es un olvido
…Siempre quise decirle
Lo bien que estaba conmigo
Yo no se si se marcho… o… ha muerto?
Porque la distancia… tiene remedio
La muerte… solo tiene silencio
|