Eres la musa de los delirios
De nimios amoríos
Eres la voz que ruborizas
A las almas decorosas
Eres la luz de espacio sideral
Que desde el infinito llega
Iluminando la órbita terrenal,
y a los enamorados ciega
Eres la hora intemporal y silente
De hedónicos amantes
Que viven y mueren el presente
En turbulentos y sosegados instantes
Eres el numen de humilde vate
Que en diaria lucha por tí se bate,
como en sobrenatural inspiración,
si real, de Él su adoración
¡Sí, así eres … amor mío!
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