Donde muere la ansiedad
la matemática explica
todo aquello que complica
nuestra pobre realidad
donde no existe verdad
y mucho menos razones
solo unas pobres versiones
de que nada esta tan mal
dicho de modo formal
para que tú te ilusiones

Donde crece la amplitud
de criterio y el desorden
de pronto se vuelve en orden
casi con exactitud
aparece la virtud
de entender las situaciones
que en antiguas condiciones
nos solían asombrar
hasta el punto de llorar
o ahogarnos en maldiciones

Lo difícil de explicar
por no decir imposible
es esa cosa sensible
siempre al borde de estallar
que hace al poeta buscar
mil maneras de expresarse
escribiendo sin hartarse
lo que su mente febril
dicta bajo algún candil
que nunca quiere apagarse

Y menos aún resulta
ni fácil ni comprensible
encontrar versos creíbles
pues la avara pluma oculta
pesares o los indulta
las verdades desdibuja
borda sin dedal ni aguja
algún escrito inmortal
y suele esconder el mal
que a su corazón estruja

Sin embargo me pregunto
como la vida sería
de no existir poesía
metida en todo este asunto
pues hemos llegado a un punto
en que es tal el malestar
que solo puede aguantar
aquel que sin ser pequeño
puede dibujar un sueño
y no ha olvidado jugar

De eso saben los poetas,
lo viven y lo transmiten
y por mucho que lo editen
no podrán con sus coquetas
formas de crear cometas
ni sus ganas de volar
que al cielo te han de llevar
en cuanto un verso recites
y si acaso lo permites
contigo se han de quedar

Mirta I. Pérez