Ya descansa el olvido entre sabanas de seda
Se ha quedado dormido, tal vez por vez primera
y es la luna que arrulla con voz de primavera
algún sueño lejano que la nostalgia hereda
Canta muy dulcemente y es, esa nana tan queda
que sin dolor desanda nota a nota la espera
de esos largos caminos que una vez recorriera
rasgándose la piel de camino a la alameda
Duerme el olvido y un manojo de luz hechicero
ilumina la estancia mientras crece el aliento
desterrando de pronto de la mar al barquero
Y se pierde sin rumbo peregrino en el viento
entre nubes azules y un canto aventurero
solo por no ver morir un viejo sentimiento
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