La luna, las estrellas
Y el mar fueron testigos
De aquel amor sublime
Qué me inspiraste tu
Te quise como a nadie
Jamás halla querido
Te quise tanto! Tanto!
Qué jamás he logrado
Arrancarte de mi alma
Ni conseguir olvido
La vida se empeñó
En separarnos
Fue cruel y despiadada
Con nosotros
Pero allá en lo infinito
Se encontraran nuestras almas
Y al encontrarse de nuevo
Jamás se separaran.
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