REPUDIADA
La encontré en un rincón,
me pregunte ¿Estará enferma?
O mas bien drogada pronosticaría yo.
Sus ojos trasparentes me miraban sin ver,
su boca una mueca llena de tristeza y dolor,
las drogas la trasformaron en lo que es hoy,
un pobre ser,
desecho de la humanidad por tanto consumir.
Acercándome a ella mi mano le ofrecí,
cual seria mi sorpresa que sin mediar palabra,
mi mano apretó, dejándome
ver en sus ojos todo el horror
que invade su corazón,.
Nos abrazamos, las dos ofreciéndole
mi cariño y ayuda sin condición,
a partir de ese momento
ella ocupa un lugar en mi corazón.
Es la hija que siempre desee
Y que Dios me mando.
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