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En un intento desesperado, busco refugio en mis letras,
letras adormecidas, letras muertas, vacías, sin sabor a poesía,
se que están ahí, huyendo del amor
que lastima o del dolor que fulmina, recuerdo aquellos días,
donde mi alma tenía paz,
yo vivía entre letras y alegrías en tu mirar encontraba armonía...
Y vivía como viven los soñadores, anclados a sus ilusiones,
queriendo ser, lo que no son lo que no serán
con la única esperanza de ver el amor en tus ojos otra vez,
tu sonrisa dibujada en tus labios divinos...
Y poco a poco fui muriendo, y también mis letras se empolvaron,
es difícil el amor, pero más difícil es el desamor,
entregarse y des entregarse, acariciar la vida
y de pronto comenzar a morir una vez más…
He sentido tantas muertes, que cada una
me ahoga mas en lo profundo, he sentido
la fría risa del destino cuando
me acurruca en sus brazos y hala de todo lo que desee,
hasta ese punto que todo lo que parecía genuino
se disipa mas entre las mentiras…
Y escucho tu voz que me perturba, y veo tus acciones que me roban la paz, tus labios me besan con sabor a mentira,
tu cuerpo me engaña y no sé si deseo hacerte el amor
o hacerte daño, arrancar de ti otras caricias, otros besos…
Tu voz me apuñala como daga helada, tu mirada me esquiva,
y me pregunto ¿Que eres
en mi? ¿Qué soy en ti? ¿Solo una cama humedad?,
porque tan solo no te vas, de una vez
por todas, vete de todo aunque me duela,
más me duele tu engaño y frialdad…
Quiero partirte el alma, como me la has partido a mí,
quisiera desaparecerte de todo,
pero mi racionalidad me gana y cordura me neutraliza,
ya no seré yo quien lo haga,
el mundo gira y gira,
y tarde o temprano se cosecha lo que se siembra…
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