Condenado a morir viviendo o a vivir muriendo
aire de alegría que en mis manos se desvanece
y la tristeza se agiganta en mi ser...
Soldado sin patria ni bandera,
sobreviviente de guerras sin triunfos ni medallas,
sólo con heridas en el Alma...
Maldita soledad que no me abandonas,
te posas en mi como dueña y gran señora...
Huérfano de amor, hijo de sueños e ilusiones,
un ave en el mar, un pez en el cielo...
Caminante sin huellas, luna sin cielo,
cielo sin mar, lleno de sueños
y despierto es que debo andar...
Prisión de amor y besos condenados a
morir en cautiverio deseando libertad...
Vagabundo hambriento y sediento de felicidad
se me sirve un banquete y no me puedo saciar
sólo recojo migajas que otros dejan al pasar...
Hasta cuando esta maldita condena a la soledad
oasis de alegría nada más, si encuentro un rayo de luz
la vienes a opacar y quedo vagando en esta oscuridad
si esta es mi condena te suplico libertad,
sino quepo en este mundo
déjame cerrar mis ojos y descansar...
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