Suspirándole a la noche
con el desvelo en el alma
a la luna, voy pidiendo:
arrópame con tu magia;
deja que cubra mi cuerpo
el lienzo de tu ternura,
disipa en mi la espesura
cuida mis inquietos sueños.
Sé la claridad de mi alma
aroma del sentimiento
música del pensamiento
y por siempre, eterna llama
donde renacen mis versos
mis anhelos, mis silencios...
Sé Luna, mi amiga y cómplice
cuando muy dentro se rompe
el hondo e iluso suspiro,
y llega la melancolía
en la oscuridad escondida
en el alma haciendo nido.
Deja tu tibieza conmigo...
|