Una luz, una oración
ofrendaba yo al Señor;
esa noche que en mi vientre
tu susurro se escuchó.
Cuando el aliento de mi corazón,
pedía por tí silente
un arco iris multicolor
desbordó toda mi emoción
Primera y delicada flor,
ternura de mi corriente
divinidad del amor
que en ese abril floreció
y tu fragancia por siempre
en mi jardín se quedó
Así el primer rocío del alba
a esta florcita besó,
entonces mi inquieta alma
cual cobija te envolvió
-pequeñita entre mis brazos-
y una nube de albo armiño,
suavemente te acarició
con besitos, con cariño
y calor de mi regazo.
|