Desnudando las ataduras
y atada a la palabra
libero mediante ella
mis gritos y mis ansias.
Rompiendo la frialdad
de estas esposas de hielo,
que sombrean una figura gélida
desierta de libertad.
Y con el calor de los versos
voy regalando la nieve
que cubre la blanca paloma,
y abre sus alas al cielo
en ríos que van repletos
de paz y de sosiego.
Mas yo lucho sin armas
mi arma es la palabra
divulgando sentir y amar.
Siempre seré libre
de mis sentimientos,
también del pensamiento
que nadie podrá callar.