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Diez años ya Lola, Faraona de España, cantaora del mundo, diez años hacen ya, que nos dejaste una mañana de Mayo con un lerele guindando en el alma.
He de confesarte Lola, que la primera imagen de España la tuve contigo en alguna película de aquellas que hacían contando cipreses, cantando la copla y bebiendo algún chato en un tablao recodo de toda la historia que hablaba de amores.
No puedo olvidar y tendría yo unos seis años, la primera vez que te vi cantar ¡Ay, pena penita pena!, llegaba la televisión y pasaban las películas que filmaban los grandes del momento y de siempre de España, México y Argentina. Te imitaba bailando, yo hacía por cantar que más que cantar declamaba y los tacones de mamá se perdían en el piso que me sonaban a castañuelas, quería tu vestido faralao de lunares revoloteando al golpe de tus piernas y la melena echada hacia delante como un manto escondiendo y dando vida en el atisbo de tus ojos y de tu mirada intensa la fuerza de tu vida, la que te caracterizó hasta el momento de partir.
El dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y cinco, La Zarzamora se apagó llorando por los rincones, se había ido quien la había paseado por el mundo, quien la cantó presumiendo de que partía los corazones.
Y tu andar Lola, se quedó danzando, alguien de ti dijo un día: “ni canta ni baila pero no se la pierdan” y eso dice mucho de lo que fue tu arte. Tu vida, la viviste como quisiste y te salió de adentro. Quien te juzgue, que cargue con su fardo. Yo, simplemente te sigo admirando y de vez en cuando, cuando el recuerdo de algún sentir se me anida en el corazón, canturreo como una Zarzamora, tu Pena, penita, pena.
Migdalia B. Mansilla R.
Fecha: hoy cuando se cumple una década de tu eternidad.
Mayo 16 de 2005
Mérida-Venezuela
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