Ladrona furtiva
de noches de estío
que llevas mis rosas
a tus escondrijos.
Ladrona de flores
de dulces macizos
que huyes por el parque
en busca de abrigo.
Mientras mí mañana
se llenan de trinos
lloro por el parque
mis pétalos idos.
Escondes tu carga
burlando sigilos
entre los meandros
de tu nido vivo.
Ladrona nocturna
de mi seto altivo
déjame una rosa
que es para mi niño.
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