Hoy es tarde de domingo.
De esperar el llamado de los sueños.
De saber que se juegan los partidos.
De dormir esa siesta tan deseada.
Hoy es tarde de domingo.
Y una nube que moja los canteros.
Y una nube que llueve soledades.
Y una nube que empaña los cristales.
Hoy es tarde de domingo.
De lavar las penas interiores.
De esperar que se apiaden las agujas
que mañana será de laborales.
Hoy es tarde de domingo.
Y mañana habrá gente que me hable.
Y será tu teléfono que calle.
Y mi vida a esperar sin esperarte.
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