Hay pudor a la hora de los brindis
porque hay hambre detrás de los cristales.
Hay tristeza de patria empobrecida
porque hay hermanos que sufren sin medida.
Hay violencia en las calles navideñas,
mientras llega un “niñito” que hoy es vida
y mañana será cruz en los altares.
Hay tristeza y pudor en cada mesa
porque hay cruces detrás de los cristales
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