Encandílame sol en las mañanas.
Penetra por las puertas y los vanos.
Embriágame de luz y de armonía.
Encandílame sol en el ocaso,
báñame de rojos purpurados
y cierra mis ojos a tus galas.
Encandílame Sol en tus auroras.
Quiero ver tus despertares.
Quiero perderme en tus fulgores.
Quiero que sepas mi congoja.
El duelo terrible de no verte.
El duelo siniestro de la vida
que ciegas con tu brillo,
iluminando retinas opacadas.
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