Aun hoy existen recuerdos,
tal vez de aquellos de cuando
se ve la luz por primera vez,
tal vez de aquellos en días y días de juegos,
aún existe esos sentimientos vivos de recordar,
de la hermandad, de la amistad.
Recuerdos como el amor que un día nació
y hoy crece y crece hasta hacerse inmenso,
un regalo del tiempo que nos hace vivir en sueños
y a veces despiertos la verdad y la real vida que
nos dio el dios de todos, el dios de uno.
Momentos que llenaran el alma y
se harán eternos en la fotos, en la imágenes que
se retrataron en un segundo que hoy viaja por
las pupilas del tiempo, de las canas del pelo,
de las miradas tristes de los pasos cansados.
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