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Escuche canciones y leí poesías, ambas me
parecieron interesantes y con algo que
decir dentro de ellas, palabras que se
introdujeron con la más pura de las
emociones, se plasmaron en melodías y
sentimientos llenos de bondad.
Te escribí una canción que hablaba de
todo y que significa mucho para mi, pero
las letras son letras y ahí quedan, talvez
formen palabras y con ellas oraciones que
tengan un sentido mas amplio de la
verdad y lo que quise decirte pero nuca lo
sabré pues quedo enterrado en un rincón
del olvido.
Una canción que más bien éra un poema a
mi modo, palabras llenas de emoción
congeladas en mis ojos y a mi lado por
siempre, para dártelas cuando más te
fueran necesarias, cuando más sea
necesario.
Una poesía con música no perfecta con
imprevistos y muchas ganas de ser
recitada a tus oídos, a tu lado en el campo
verde frente al mar o quizás frente al
fuego de una chimenea en la casa azul.
Te dedique una canción que así titula, y
que dentro de ella lleva un pedazo de mi
alma para que cuando duermas salga de su
letargo y te empiece a silbar su dulce
melodía en tus sueños mientras duermes.
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