Te extraño, cada mañana cuando
miro el amanecer desde mi ventana
tratando de buscar tu rostro
en el sol que se eleva en lo alto.
Te extraño, cada tarde cuando camino
por las calles que recorrí junto a ti,
lejos de la realidad lejos de todos
solos tu y yo.
Te extraño, cada noche al ver
las estrellas y la luna sentado
en esa banca que una vez compartíamos
cerca del lago cerca de la brisa
del amor que creamos al estar
juntos los dos.
Te extraño, y quizás estas palabras
te hagan recordar las cosas simples
que teníamos juntos y ahora ya no
están por la distancia que pusimos
en nuestras vidas.
Te extraño, por que no se olvidar
a la gran mujer, al gran ser humano,
a la gran amiga que perdí una tarde
de octubre por la incomprensión
de la vida, del destino y del amor
que aun no comprendo.
|