Trás un periodo acogedor y confortable
asomamos de nuevo al mundo,
no desconocido, si,parcialmente olvidado
donde quedó pendiente por completar
el aprendizaje de otras vidas.
Somos angelitos experimentales
coartados por hostilidad del momento
experiencia, trás experiencia
obviando nuestros ancestros.
De ellos venimos en recuerdo dormido,
no perdamos el tiempo haciendo conjeturas
de lo que fuimos, o hemos hecho.
Aprendamos las lecciones del pasado
para no reincidir en el presente
y saborear el futuro.
Vivamos felices, sin prejuicios, ni reproches,
todo está bien en su momento
y en su justo motivo.
En nuestras manos está
de que modo conformamos
esta nueva experiencia,
hacia donde dirigir nuestros pasos
y caminar por el sendero adecuado.
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