Las almas de mi destino
¿serán un Miel infierno que priva y otorga mezquinamente con igual furia?
¿sirenas,
que conducen inexorables naufragios
sobre acantilados sedientos de sangre y carne?
Almas cuyo fin condenado al olvido,
solo despojan gritos y oraciones,
al sin número de credos que contienen
las mentes en su loco desconsuelo,
pasados y presentes despellejados
por la insaciable búsqueda de respuestas.
Tanta fuerza y pasión
desborda el universo de palabras y emociones,
lucha sin sentido en seres que jamás aprenden,
realidad y estupidez,
que llena de motivos nuestras vidas.
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