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Que ojos mas bonitos, he visto de repente.
Que fulgor destellaban que precioso color,
pasaba inadvertida entre un sin fin de gentes
y ellos me miraron, e aquí mi inspiración.
De momento sentí que flotaba y flotaba.
Mi corazón latía tan fuerte y agitado
que no pude evitar sentarme atolondrada
en aquel viejo banco de una esquina ignorada.
El al verme corrió a mi lado elocuente
me preguntó sereno si me sentía bien.
Y yo entusiasmada le dije sonriente
el calor me fatiga, cuando es verano cruel.
Si permites te invito a tomar un helado
o tal vez un refresco pudieras decidir,
y ya sin darme cuenta caminaba a su lado
cuando escuché la voz dulce de José Luis…
Aurora por favor, es hora que despiertes
se nos ha hecho tarde tenemos que partir.
Parece que este sueño de verdad te divierte
y yo dándole un beso, le aseguré que sí.
Son sueños pero a veces en realidad inspiran
a escribir las locuras que otros suelen leer
Y aquí entre poetas, saben que no es mentira,
que mientras hayan sueños ¡hay relatos también!
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