Esas sombras ocultas que saltan al camino
por muy recto que traces tu sendero a seguir.
Esos seres que viven haciéndonos sufrir
escondiendo sus rostros ¡han de tener castigo!
Seres que se complacen sin razón ni motivo
destruyendo en segundos trabajos e ilusión,
de personas honestas y de buen corazón,
que fomentan bonanza, en un mundo perdido.
Hoy mi alma esta triste la lógica, mi amiga,
no desea explicarme por qué en esta vida
a galope sin riendas el mal cruza veloz.
Pero escucho una voz que me dice al oído
que nada queda impune, porque tendrá castigo
todo aquel que hace daño, por cualquiera razón.
|