Yo echo a volar mis sueños día a día,
sin aviones ni naves espaciales.
Los echo a volar con la sana alegría
de hacerlos algún día realidades.
Voy sembrando mis sueños en los rosales,
los riego de esperanza y mucha fe.
Y entre rosas se hacen realidades,
porque con mucho amor los cultivé.
Yo sumerjo mis sueños en los mares
de corales y bellas caracolas.
Y se van haciendo realidades,
al golpe cadencioso de las olas.
Yo caliento mis sueños sin quemarlos
en el fuego ardiente de la vida.
Y entre esos elementos voy logrando
que la luz de mis sueños esté encendida!
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