El niño Dios te espera
con una sonrisa en sus labios,
Él conoce tus angustias
y te concede un regalo,
la paz que tu alma anhela
al perdonar tus pecados.
¡Celebremos su nacimiento!
Acógelo en tu regazo,
deja tus sufrimientos,
cambia tu tristeza en contento,
renova tus pensamientos.
¡Ha nacido El Salvador,
en tu propio corazón!
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