Moribunda mi confianza
en tí ya no descansa
perdida buscando paraisos nuevos
la alegria se divisa lejos.
Como propio reconozco
lo hostil y extra~o
de mi comportamiento.
Y con nuevo nombre
nombro mi destino
y dispuesta estoy
y lo acepto todo.
Y cuando con ahogo
me amenza el sofoco
es la palabra del amigo
la que me devuelve
en la vida la confianza.
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