Deshojo las violetas con mis
manos y aunque mueren langidamente
entre mis dedos su dulce perfume
me embriaga tiernamente.
A pesar de todo cada día sigo
deshojando flores con mis manos
y sigo pensando que a pesar de
todo me querias.
A pesar de todo lo que digas
de tu fingida y absurda alegría
yo se que en los luceros nocturnos
ves el brillo de mis ojos todavia.
Y seguimos adelante, a pesar de
todo y aunque finjas y niegues
lo que sientes se que
me amas y regresaras algún día.
Y yo dejare de deshojar violetas
y mis dedos acariciaran nuevamente
tus mejillas y mis besos perfumaran
tu aurora.
Mi cuerpo tibio buscara tu piel
ardiente y mi cabeza se recostara
en tu hombro y apesar de todo me
amaras nuevamente.
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