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Devolver la salud, trabajo muy noble
sin duda de todos los médicos;
para eso estudiarion fuerte, día y noche,
practicar la medicina tiene su mérito.
Cirujanos dentistas, nutriólogos y pediatras,
gastroenterólogos, geriatras o neumólogos;
ginécologos, cardiólogos y psiquiátras,
oftalmólogos, psicólogos o angiólogos.
La lista de especialidades no se agota,
pero pido perdón por involuntarias omisiones.
Hoy, quiero pedirles, en esta poesía corta,
que lleven a Hipócrates en sus corazones.
Los médicos jamás deberán olvidar
que la salud no es artículo suntuario,
que también deben actuar con caridad,
regalar consultas, aunque no sea diario.
Los pacientes siempre somos personas,
por encima de un frío y estadístico número;
como ustedes, sentimos, tenemos neuronas,
requerimos de humana atención, eso es primero.
Cualquier fecha es buena para saludarles,
yo escogí como idónea ésta
para unos cuantos versos dedicarles,
aunque hoy, ustedes, no estén de fiesta.
Practicar la medicina tiene su mérito,
el Juramento de Hipócrates es su guía;
no lo digo yo, esto está escrito,
tiene su mérito ejercer bien la medicina.
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