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Yo no soy rico, el dinero no me sobra,
claro, quisiera yo tener tantas cosas...
No me quejo, por decirles todo esto ahora,
pues soy millonario, sin dinero en la bolsa.
Otros se ocupan en atesorar fortunas,
me alegro sinceramente por todos ellos.
Sin embargo, y que no les quepa duda,
el dinero no compra lo que sí es bueno.
La educación y la moral, virtuoso binomio,
son valores que no se tasan en precios.
No se anuncian en televisión o periódicos,
porque sólo se heredan, es en serio.
Yo no soy rico, pero recibí un tesoro:
fui afortunado en tener a una gran madre
y a un padre bueno y honrado, como pocos,
junto con dos hermanos que portan mi sangre.
Sin brillantes ni tampoco metales preciosos,
lujosas mansiones o acciones bursátiles,
mi esposa y mi hijo son riquezas que adoro,
quizás las más modestas, las más humildes.
Yo no soy rico, el dinero no me sobra,
claro, quisiera tener tantas cosas...
No me quejo por decirles todo esto ahora,
pues soy millonario, sin dinero en la bolsa.
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