Primero que nada, tendrás que esforzarte.
Deberá ser a tu medida, ni más ni menos.
Págala pronto, sin mucho endeudarte.
Que tenga libre un poco de terreno.
Que la disfrutes, no que la padezcas.
No requiere de lujos, sino de armonía.
Que tenga lo que tú ponerle puedas.
Procura que ahí, la vida sea sinfonía.
¿Qué importa el orden? Mejor que haya amor.
Píntala diariamente con nuevas ilusiones.
Que en ella nunca esté ausente Dios.
Sonríele con la mejor de tus expresiones.
|