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Allá, donde la hierba crece fresca,
donde el río se baña con lirios,
donde la naturaleza está de fiesta
y los campos son de un verde vivo.
Donde bajo los árboles hay sueños,
y las aves se dan apresurados besos,
donde el fuego mana de los leños
y se recitan los versos más tersos.
Allí donde la memoria inquieta vibra
y el ambiente exhausto está de perfumes:
donde la ilusión siempre germina
y el cielo muestra sus mejores nubes.
Ahí hay para tí, una corona de flores,
tachonada de estrellas y rosas perfectas,
con dules aromas y radiantes colores,
con claveles y azucenas siempre bellas.
Está llena de mis besos, hechos rocío,
mis poemas en una fuga de rosas,
mis ojos y mis manos sin frío,
mi sonrisa franca, mi llanto en gotas.
Allá, donde la hierba crece fresca,
donde bajo los árboles hay sueños,
hay una corona de flores inquietas,
cargada de ilusiones y recuerdos buenos.
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